domingo, 26 de agosto de 2012

Insomne

Madrid arde. Una ola de calor envuelve la ciudad.
El sol abrasa las aceras y el asfalto suda alquitrán. Los árboles de los parques se retuercen buscando su propia sombra. Los edificios exhalan vapor caliente y encierran personas agotadas. Cuando cae la tarde, la piedra y el cemento irradian llamas como hogueras inertes. La ciudad está soñolienta. Hace calor día y noche.

Llevo dos días sin dormir.Tirada en la cama sigo el movimiento del ventilador, perdida entre el sudor y el duermevela. El sonido de las aspas, monótono y continuo, acompaña mis pensamientos. Estoy despierta y en la ventana de enfrente, entre las cortinas, las piernas de una pareja se entrelazan. Ellos duermen. A mi alrededor todo despide calor. Incluso el libro que intento leer  está caliente. No puedo más.

Son las tres de la madrugada. Me visto y salgo a pasear. El barrio entero duerme con las ventanas abiertas. Camino con la respiración de mis vecinos. Les oigo dentro de sus casas. 

Un hombre ronca para desesperación de su acompañante, que suspira a su lado. 
La tela de una sábana, el roce; alguien se da la vuelta en la cama.
Se ilumina la cocina de un piso. La puerta de una nevera se abre. Tintineo de los hielos en una jarra. 
Un perro blanco sale al balcón de una cuarta planta. Gruñe a mi paso aunque yo le sonría.


Cuando llego a la plaza veo otra ciudad. Una ciudad despierta, la que no puede dormir por el calor. Las mesas de las terrazas están abarrotadas de familias. Toman refrescos y fruta. Los niños juegan alrededor. Una mujer embarazada, sentada en un banco, lee un libro mientras se abanica. Cuatro ancianos juegan a las cartas con un carajillo cada uno a su lado. Dos ancianas tejen bufandas. Una madre peina a su hija que mira a su perro jugar. 
Todos en silencio. El resto del barrio duerme. Incluso las risas son silenciosas.

Paseo comiendo un poco de sandía que me ha dado un hombre. El camión de la limpieza del ayuntamiento comienza a regar las aceras alrededor de la plaza y el calor huye entre los edificios.  Llega el aire fresco, nos rodea a todos. Ya se puede respirar. Incluso los árboles recuperan su olor. 



Me tumbo en un banco. El sudor de mi piel se seca. Me estoy quedando dormida mientras mis nuevos vecinos, los nocturnos, viven sin calor.

Bata



domingo, 19 de agosto de 2012

ART. 13. El objeto del gobierno es la felicidad



Este artículo perteneciente a "La Constitución de 1812" estaba pintado en la pared de un restaurante, me llamó tanto la atención que me dije a mí misma que no me iba de Cádiz sin un ejemplar. Me compré una preciosa “Edición conmemorativa del segundo centenario”.
En el prólogo, escrito por Luis López Guerra, habla de un texto revolucionario. Es muy interesante leer sobre la época y cómo se forjó La Pepa. Dejo aquí unas breves notas sobre ello.


Invadidos por los franceses en 1808 y con la familia real retenida por ellos; aparece en la ciudadanía una reacción de resistencia que lleva a una guerra de 6 años, paralelamente se siente un virtual derrumbamiento de las estructuras de poder anteriores (el poder absolutista del Rey).
Para dirigir la resistencia al invasor se crean Juntas locales, y paulatinamente se constituye un órgano común: la Junta Central Suprema de España e Indias que dará paso a un Consejo de Regencia que dictará los decretos correspondientes para la creación de las Cortes y su funcionamiento.
 
Las Cortes eran una  asamblea única para todos los temas. Su composición permitió un mayor número de participantes de la clase media (funcionarios, abogados, miembros del clero ordinario, profesores, militares ) que de los estamentos superiores  (nobleza y alto clero); y al situarse en Cádiz, la ciudad mercantil más importante del momento, había muchos burgueses con mentalidad abierta y reformadora, sobre todo en pos de suprimir obstáculos a la economía y el comercio.
Así, esta composición parecía otorgar más fuerza al sector reformador o ilustrado y dejaba en debilidad a los sectores inmovilistas; pero esta debilidad no era real. Los reformadores tuvieron que vestir sus propuestas con toques tradicionales para que tuvieran mayor aceptación.

Esta constitución llevó la soberanía nacional al pueblo e introdujo en España la división de poderes de Montesquieu (ejecutivo -con el Rey-, legislativo y judicial). La elección de los diputados se hacía por sufragio activo universal masculino, otra innovación; aunque, el voto no era directo, se votaba a personas que después votarían a otros que elegían a los diputados. Para ser candidato a diputado era necesario tener un cierto nivel de renta  propia, lo que permitía a la burguesía mantener los controles del poder político. El puesto duraba un máximo de dos años.

Se establecen para los ciudadanos diferentes derechos (libertad de imprenta, inviolabilidad del domicilio, prohibición de la tortura…) que no se enumeran; sino que se encuentran dispersos por el texto posiblemente para parecer menos innovador.


La lectura de este prólogo me deja un sabor agridulce. 
Por un lado, ánima a luchar por una revolución, porque el nuevo pensamiento pueda llegar a ser propuesto e integrado en un texto constitucional si las personas adecuadas tienen voz. Por otro lado, desvela la creación de un sistema de gobierno de ricos para ricos. 
Como nunca he sido buena en historia no sé si los ricos de antes son los revolucionarios de ahora (ellos hicieron un cambio, ahora se busca otro distinto); pero sí tengo la sensación de que existe un gobierno opresor en el que a veces se confunde la división de poderes.


LaChicaDelPeloAlborotado

domingo, 12 de agosto de 2012

Vacaciones


Al atardecer me he perdido en un playa de Cádiz con un libro de Alberti en el bolso.

Camino por la orilla con las olas rozándome los pies, y a veces medio hundiéndome en una arena floja, como las movedizas de los cuentos. Sorteo conchitas que pinchan y unos castillos de arena que esperan sobrevivir a la marea.

Vuelve a rozarme el agua. El sol me acaricia la espalda.

Suelto mi bolso, la toalla, las zapatillas, las gafas. Me voy al agua.

Disfruto de mi sensación favorita... flotar. Sumergirte completamente en el agua y no tocar el fondo. Creer que puedo dejarme caer, sin miedo alguno; y sentir como el cuerpo se suelta, se relajan las articulaciones y los músculos, y dejo de luchar contra esa fuerza permanente que cada día me lleva al suelo. Soy un pez que nada, bucea y hace volteretas; que se convierte en estrella de mar y se deja mecer. Respiro hondo y me dejo llevar. 

Pongo los pies en el fondo. Salgo y me seco bajo ese sol que se va escondiendo.

Miro al horizonte y sonrío. Sólo se ve el mar, el mar y nada más. (Quiero pensar que) El hombre no puede vejarlo,  no en su esencia. Los bosques se queman y las montañas caen, pero el mar es más fuerte. Hace enormes olas  y destruye, arrastra, come... Es libre. Y yo al verlo también.





“Siempre que sueño las playas”

Siempre que sueño las playas,
las sueño solas, mi vida.
…Acaso algún marinero…
quizás alguna velilla
de algún remoto velero.

 Rafael Alberti





Mocho



domingo, 5 de agosto de 2012

Brownie Cookies


Ingredientes:

- 150 grms de chocolate fondant (chocolate negro con más de 50% de cacao).
- 100 grms de mantequilla.
- 180 grms de azúcar.
- Una pizca de sal.
- 1 cucharadita de esencia de vainilla.
- 115 grms de harina.
- 1/2 cucharadita de levadura química.
- 2 cucharadas de cacao en polvo.
- 80 grms de nueces peladas y troceadas.
- 2 huevos.

Con Hey Jude de fondo, me dispuse a buscar la lista por toda los armarios. "Debería guardar los ingredientes de repostería en un mismo cajón..." Encendí el horno para precalentarlo, 180º; calor arriba y abajo. Puse a derretir la mantequilla y el chocolate al baño maría en un bol de cristal. Croqueta, sentado en el taburete de la cocina, alzaba el hocico siguiendo el dulce aroma que se extendía por la cocina.Mientras se derretían, batí los huevos con el azucar al ritmo de Help "Baile incluido por toda la cocina". Lo mezclé con la mantequilla y el chocolate; y añadí la esencia, la harina, el cacao y las nueces "Bueno, algunas se fueron más bien a mi boca..." Cuando estaba todo bien mezclado coloqué  las porciones en una bandeja y ¡¡¡al horno¡¡¡ En 15 minutos ya las tenía listas en un plato para enfríarse. 
En una bandeja de madera que me había regalado Doña Angustias coloqué una taza de café, una azucarera, las galletas y un pequeño jarrón con flores. Me costó llegar a la habitación sin derramar el café pero, poco a poco, muy despacio, lo conseguí. Puse la bandeja en la cama y llamé al armario. Dos golpecitos con los nudillos, rápidos; y a esperar. 

Cuando te transmutas te llevas cosas de la persona origen: recuerdos, deseos, manías... Sueles tomar lo que más te interesa pero, a veces, en el equipaje se te cuelan cosas que no te das cuenta hasta el día menos pensado.  Y ese día fue el que decidí guardar la ropa de  invierno en uno de los armarios. Cuando abrí la puerta, el  bogeyman rugió. Grité. Rugió.Grité. Se calló. Me callé ¿Pero tu quién eres? me preguntó. Grité y cerré la puerta.

Reconocí al bogeyman. Era uno de los recuerdos más dolorosos y bonitos  de Ojostristes. Lo había enterrado en lo más profundo de ella y yo me lo llevé conmigo ( y no sé ni cómo).  Yo no quería llevarme esto. Era lo último que quería. El monstruo de Ojostristes tenía la forma de un hombre con sonrisa bonita y ojos oscuros. Era hermoso pero cruel. Siempre presente, oculto en las sombras de su mente, esperando cualquier momento para asustarla. Emponzoñaba su felicidad llenándola de dudas y huecos vacíos. Le susurraba con voz melosa que no era lo mismo. Antes era mejor, no es lo mismo le repetía. Cuando estaba triste, le resultaba más fácil. Sonreía dentro de ella y recordaba buenos momentos para llenarlos de oscuridad, ocultarlos y gritarle al oído que jamás volvería a tener nada. Se alimentaba de ella. Y era insaciable. 

Así que allí estaba yo..., delante de un armario donde se escondía el bogeyman de Ojostristes esperando a que me abriera la puerta. 

-Tenemos que hablar- le dije mientras le ofrecía la bandeja. "Reconozco que con el temblor de las manos se derramó algo de café"

Me hizo una señal para entrar.

Tras una hora de parlamento, llegué a cuatro conclusiones:

1  Al bogeyman le gustan las galletas de chocolate.
2  Está cansado de martirizar a Ojostristes.Quiere unas vacaciones.
3  Las vacaciones se las va a tomar en mi casa.
4  Tenía un nuevo inquilino. 

Aquella noche, cuando estaba en la cama a punto de dormirme, caí en una quinta conclusión: me había quedado sin un armario... 

Bata

Nota: La receta de las galletas ha sido obtenida del blog Mi dulce tentación. Podéis verla Aquí .